Jesús Moncho Pascual

Rajoy los\las prefiere del PSOE

Rajoy los/las prefiere del PSOE. Y se preguntarán ustedes ¿cómo es eso?, ¿por qué se muestra tan a gusto con los del PSOE? Simplemente con la argucia del cambio o sustitución de “gestores de la crisis” (los del PSOE) por “causantes de la misma”, ya cree Rajoy que tiene ganada la campaña electoral, también las elecciones y el futuro Gobierno del Estado. ¿Para qué mostrar programa alguno? ¿Para qué adentrarse, o confundirse, en propuestas concretas? Con sacar del Gobierno al maligno (presunto) es suficiente. Pero… ¿puede que la casa se quede sin barrer?

La gente necesita y demanda soluciones. La economia real o productiva necesita eso: productores, consumidores e  inversores. Pero, a cambio, nos ofrecen austeridad, es decir, recortes, que traerán ralentización o más parálisis en el sistema, y, por tanto, huida de la inversión. Magnífica receta! Y, como a la espera del milagro, suspirando por que la construcción mueva para volver (o al menos recordar) el paraíso perdido. Construcción que alcanzó el 18% de nuestro PIB y absorbía el 61% del crédito total de España, hazañas éstas que ahora estamos pagando y repagando, llevándose todos nuestros ahorros privados y colectivos. Magnífico panorama.

Todo esto ha tenido su causa en la economía financiera que ha dominado sobre la productiva. Títulos, acciones, bonos y transacciones. Nada real, todo supuesto. En papeles. Pongamos una tasa a esas operaciones. Pongámosla ya. Revirtamos parte de esos beneficios para la colectividad, y que al mismo tiempo esto sirva de freno a la especulación pura y dura. El multimillonario norteamericano Warren Buffet decía que “si ganas dinero con (a través de) dinero, pagaràs menos que si lo ganas con trabajo”. Está dicho todo. Y los ingenieros de la moneda única, el euro, que acaben de una vez su trabajo organizando la zona fiscal y de política económica armonizada y complementaria de todos los Estados implicados. De lo contrario, tenemos a los cuervos de los así llamados mercados imponiendo sus leyes (de la especulación y el dolor), no sólo a los Gobiernos, sino, lo que es más delicado, a los pueblos y a las gentes.

Claro, Rajoy a lo suyo. Al PSOE le ha tocado bailar con la fea y da más de un pisotón. Y la verbena no engancha. La indignación se expande. Se mira a nuevos actores, por si hay una solución, por si hay mejores salidas. Izquierda Unida-EU o Equo-Compromís aparecen en primera fila, se muestran firmes. Nuestra opción, dicen, no es competir por mantener lo que hay y por costes salariales bajos, sino por ganancias de productividad, por excelencia, por innovación. La salida está en la alternativa a lo que hay. Lo dicen fuerte. Como fuerte es la necesidad de los productores, de los consumidores y de los inversores. Es decir, de (casi) todos.

Jesús Moncho  

Publicat el 19 novembre 2011

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